Los precios de energía durante la crisis del coronavirus caen estrepitosamente mientras el consumo aumenta.
El titular de esta noticia tiene una doble lectura, efectivamente. Los precios de energía están cayendo durante el primer trimestre del 2020. Ya empezaron con una bajada importante al inicio de año respecto al mismo mes del año anterior. Durante este mes de marzo, el precio con respecto al febrero ha caído un 19% y se espera que bajen los precios aún más. Si bien es cierto que el consumo en el sector servicios ha bajado y algo notoriamente también en el sector industrial, el consumo en hogares ha subido sustancialmente en los últimos 7 días dada la situación que vivimos de estado de alarma que ha enviado a los trabajadores a casa, bien por teletrabajo, bien por la aplicación de un ERTE. Del consumo de gas, nuestras fuentes indican que se ha mantenido, asumimos que por la misma razón anterior: el desplazamiento de los trabajadores a sus casas durante, lo que antes eran, las jornadas laborales en oficina.
En términos macro, no podemos anticipar si el consumo va a subir o bajar, solo podemos aseverar que el doméstico aumentará seguro durante el mes de marzo y previsiblemente durante abril. Si al desplazamiento de las personas a sus hogares durante la jornada laboral y escolar le añadimos la bajada generalizada de temperaturas, tenemos como resultado un incremento sustancial del consumo en energía por el mayor uso de la calefacción doméstica, lo cual incrementa el consumo eléctrico, tanto como el de gas. La gente hace ejercicio en casa, lo que provoca un incremento paralelo en agua caliente por un mayor uso de las duchas que deriva en una subida en la factura del agua, como consecuencia adicional.
Las empresas que han enviado a sus trabajadores a casa para teletrabajar podrían repartir el ahorro en reducción de consumo entre todos ellos y así les ayudarían a pagar el sobrecoste que estos van a tener en sus casas en las facturas de luz, agua y gas y que desde luego no van a ver recompensados en sus nóminas.