Ahorrar en el lado equivocado es gastar más por lo mismo

En este post anterior, hablábamos de los sobrecostes en los que podíamos incurrir tratando de abaratar el precio a la hora de contratar la energía con una comercializadora. Este post lo queremos dedicar a concienciar al consumidor energético de la importancia en la correcta decisión al renovar, ampliar o sustituir cualquier sistema o subsistema, o bien elemento que contribuya al consumo de una instalación.

Las PYMES luchan cada día contra todo tipo de problemas externos e internos, subsistiendo en entornos cada vez más competitivos y agresivos, donde en muchas ocasiones el único elemento de comparación conciso es el precio. Dado que el coste energético se ha incrementado exponencialmente en los últimos años y previsiblemente seguirá haciéndolo a pesar de la evolución estable de los últimos meses, se ha convertido en un elemento más a tener en cuenta. Es necesario que las decisiones de compra tengan en cuenta criterios de eficiencia a la hora de implementar tanto medidas correctoras que obedezcan a necesidades técnicas, como ampliaciones motivadas por un crecimiento previsto de la producción. Si el empresario quiere priorizar en la decisión de compra únicamente el parámetro “coste” de las diferentes propuestas, sobre el consumo energético de éstas una vez implementadas nos estaremos equivocando, teniendo en cuenta que a la hora de accionar el botón de “encendido” de lo que hemos instalado, seremos nosotros los que pagaremos el consumo en kWh que se derive. Ni el instalador encargado de la ejecución, ni el ingeniero que haya diseñado el proyecto, ni el fabricante de los equipos que nos hayan vendido, van a pagar por nosotros el incremento resultante en la factura. Cada cual tiene un cometido distinto y el criterio de selección debe tener en cuenta que lo anterior se cumpla, pero ninguno de ellos se va a responsabilizar de lo que a posteriori consumamos o paguemos en coste energético por cada unidad de producción ya que eso solo lo hace un asesor energético con capacidad de ingeniería y asesoramiento técnico.

Aplicando criterios de eficiencia en cualquier decisión de compra obtendremos ventajas claras:

  • Aseguraremos el retorno de la inversión mediante la reducción de consumo en el caso de renovaciones o mejora de instalaciones.
  • Tendremos una previsión clara de consumo energético que nos permita comparar entre las diferentes alternativas.
  • Reduciremos los costes de mantenimiento, ya que por lo general, un sistema seleccionado con criterios de eficiencia, contempla todo el conjunto de los elementos a instalar: equipos, diseño, elementos de control, etc. Incrementar la eficiencia energética supone incrementar la productividad.
  • Por cada € invertido recuperamos una parte en cada kWh consumido, por lo tanto, en inversiones superiores a un año es fundamental aplicar criterios de eficiencia.

La eficiencia energética no es un concepto teórico como muchos creen, empieza desde el momento en el que tenemos que acometer costes a diario para mejorar las instalaciones que por el uso se van deteriorando. Cuanto antes lo entendamos, antes ahorraremos energía.

Compra energía a precio fijo o a indexado

Recientemente las compañías comercializadoras eléctricas están apostando por ofertar a precio indexado, ya que existe una creciente demanda por este tipo de oferta. No es de extrañar, ya que tradicionalmente el precio indexado siempre ha supuesto una manera de contratar la energía más económica de la luz.

¿A qué se debe esto?

Para entenderlo podemos establecer una comparación con el sector bancario. El interés fijo ofertado por un banco a la hora de contratar un crédito hipotecario incluye unos costes de desvíos, así como el riesgo de fluctuaciones que supongan pérdidas a quien vende. Es decir, un precio fijo supone un riesgo para el que lo ofrece, dicho riesgo en forma de sobre coste, llamémosle, garantía, está incluido en el precio que pagamos finalmente, sea el interés fijo en el sector bancario, o la tarifa a precio fijo, en el energético. Al comprar a precio indexado, asumimos nosotros ese riesgo, por lo tanto cabe pensar que será más económico a medio plazo. Teniendo en cuenta que los contratos se firman por un año, el riesgo es despreciable.

 

Que no nos den duros a 4 pesetas

No obstante, el precio indexado es interesante siempre que no nos cobren unos costes de comisión elevados, también llamados costes operativos o fee. El coste razonable para una PYME se sitúa entre 3 y 4 €/MWh de compra (consumo estimado desde la lectura del consumidor o contratador). Naturalmente esto siempre va supeditado al consumo. Por lo general, la oferta por parte de la comercializadora mejora a mayor consumo.

No tenemos por qué entender del mercado energético. Busquemos para ello a un buen asesor energético que nos indique y nos garantice que estamos pagando lo correcto y sobretodo, que estamos optimizados frente a nuestra competencia.

The energy self-consumption: reality in sight

Over recent years, the term “self-consumption” in the energy sector has become more common in colloquial language, not always in a positive sense and sometimes with scepticism. Successive changes in legislation have led to confusion on the part of businesses and residential users that, either by conviction or by economic interests, were potentially interested. However, today we can say that we have reached the point where an energy production installation is equal to or less expensive than the same energy contracted to the public network. Photovoltaics, as it says Vozpopuli in its post written by Antonio Muñoz Velez,

“has ceased to be a teenager, much less a spoilt child.”

The self-consumption in Spain is finally a reality in sight.

However, some people are sceptical about real energy savings of a photovoltaic installation, or even if the return on investment makes it interesting to consider this technology. It is shown that a facility today can run completely autonomously through the different systems that exist, but it is true that pretending to supply 100% of the energy demand of any facility can still be somewhat expensive and lead to periods of more distended amortisation so users would be willing to assume. So the question must be asked: do we really need to supply 100% of our energy demand? To see a specific case, if your house is in an area of difficult access to public electricity supply you will need to produce the energy it consumes fully your own way, so it will end up producing 100% of what you need to consume. On the contrary, if you do have access to the public network, it would be possible to establish a project of photovoltaic energy consumption by only provides a part of the energy demand. That way you can save a significant amount in the initial project cost and even significantly reduce the return period.

The same would happen in an industry or a services facility. If further installation requires more energy during the day, its consumption occurs primarily during daylight hours, it is much easier to get this cheaper because it does not need to store energy using batteries that considerably increase the project cost as a whole. In fact, as national legislation is today, according to RD900/2015 based on an earlier draft, the known Net balance which in theory allows pouring into the public network surplus energy produced is not allowed in Spain. This is an additional argument when considering how to maximise the energy produced, if we decided on photovoltaics instead of producing surplus and stored in batteries.